Sacred silence (The grey wolves 7.5) - Quinn Loftis

Pensé que no podía haber nada más malvado que Desdemona, Reyaz o cualquier villano al que nos hayamos enfrentado o que enfrentaríamos. Pero lo hay. Se llaman hormonas posparto. Y aquí está el asunto, tienen un minion llamado extractor de leche. Leí todos los libros que pude devorar sobre dar a luz y luego toda la mierda que sucedería durante las primeras semanas de embarazo y aún así nada podría haberme preparado para este huracán de caos emocional exaltado o el hecho de que una máquina intentaría comerse mis pezones todo en nombre de intentar darle a mi bebé la mejor nutrición posible. En serio, esas cosas deberían estar prohibidas. Si eso no era suficiente para hacerme perder la poca cordura a la que me estaba aferrando, arrojemos a la mezcla sádica a mis mejores amigas volviéndose jodidamente locas al secuestrar a mi hija. Pero esperen amigos, eso no es todo. De alguna manera, en medio de su secuestro, la tiñeron de azul. Sí, azul. Podrías estar pensando, "vaya, Jen, eso apesta...