Blog De Libros en Pdf

Clay. Las chicas de Marymount son buenas. Somos castas, intocables, y aunque no lo fuéramos, nadie lo sabría, porque mantenemos la boca cerrada. No es que tenga nada que compartir de todos modos. Nunca dejo que los chicos vayan demasiado lejos. Me porto bien. Hermosa, inteligente, talentosa, popular, mi falda siempre está planchada y nunca tengo un cabello fuera de lugar. Soy dueña de los pasillos, camino erguida los lunes y caigo de rodillas como la buena chica católica que soy los domingos. Esa soy yo. Siempre en control. O eso es lo que ellos creen. La verdad es que me es fácil resistirme, porque lo que realmente quiero, ellos nunca podrán serlo. Algo suave y liso. Alguien peligroso y salvaje. Desafortunadamente, debo esconder lo que quiero. En el vestuario después de horas. En el baño entre clases. En las duchas después de la práctica. Mi cabeza nadando. Mi mano subiendo por su falda. Para mí, la vida es una red de secretos. Nadie puede averiguar el mío. Olivia. Cruzo las vías todo...

"Nada, ni siquiera la Noche del Diablo, era más mágico, porque esta noche era la noche más larga del año. Era especial". El reloj de St. Killian's suena mientras susurros flotan en la oscura escalera de arriba. La nieve cae del cielo negro más allá de las ventanas y las velas brillan, las llamas iluminan la noche más larga del año. La Noche del Diablo no es la única festividad que celebramos. Esta noche, vamos a ponernos una máscara diferente. Algunos lo llaman Midwinter. Otros lo llaman Yule. Nosotros lo llamamos la Noche del Fuego. Mil gracias a MB!

Emory. La llaman Blackchurch. Una mansión aislada en un lugar remoto, no revelado, donde los ricos y poderosos envían a sus hijos que se portan mal para alejarlos de las miradas indiscretas. Sin embargo, Will Grayson siempre ha sido un animal. Temerario, salvaje, y alguien que nunca estuvo obligado por una sola regla que no sea hacer exactamente lo que él quería. No había forma de que su abuelo corriera el riesgo de que humillara a la familia nuevamente. No es que la última vez haya sido completamente culpa suya. Él podría haber disfrutado de arrinconarme en la escuela secundaria cuando nadie estaba mirando, por lo que no se darían cuenta de que el señor Popular en realidad quería un pedazo de esa callada y pequeña nerd que tanto amaba torturar, pero... También podía ser cálido. Y feroz para mantenerme a salvo. La verdad es que... tiene derecho a odiarme. Todo es mi culpa. Todo. La noche del diablo. Los vídeos. Los arrestos. Tengo la culpa de todo eso. Y no me arrepiento de nada. Will....