Pursue (Portland street kings 4) - Evie Harper
Encontré a mi Reina, pero yo no soy un rey.
Ivy Johnson es mi opuesto por completo, amable e inocente con un estilo de vida de puro y normal. Sin embargo, de alguna manera, cuando estamos juntos me hace sentir completo. Su sonrisa pícara y su risa contagiosa, un bálsamo para la forma en que veía la vida. Trajo color a mi mundo sin vida. Lo teníamos todo, un hermoso y despreocupado comienzo. Algo asombroso se estaba construyendo entre nosotros, algo real. Pero un maldito accidente lo arruinó todo. Entonces el mundo luchó contra nosotros. Persiguiéndonos a mí y a mi familia en cada momento. Ni siquiera mi pasado estaba fuera de los límites. Nos mantuvimos fuertes, como un árbol centenario mirando un huracán. Hasta que... Ivy lo arruinó todo.
El dolor en sus ojos. Las lágrimas que se derramaron. Desprecié a Ivy más de lo que odiaba mis recuerdos. El miedo evidente en sus ojos, el conocimiento de que había renunciado a luchar por nosotros. El odio brotó del amor, un interminable suministro de fuego, ambos creados desde mi corazón.
Todas mis pesadillas y miedos me habían quemado desde dentro. Me prometí que mi corazón se curaría y aprendería a latir sin ella.
El dolor en sus ojos. Las lágrimas que se derramaron. Desprecié a Ivy más de lo que odiaba mis recuerdos. El miedo evidente en sus ojos, el conocimiento de que había renunciado a luchar por nosotros. El odio brotó del amor, un interminable suministro de fuego, ambos creados desde mi corazón.
Todas mis pesadillas y miedos me habían quemado desde dentro. Me prometí que mi corazón se curaría y aprendería a latir sin ella.
Nunca quise que terminara así. Mi sueño era mirar atrás un día y decir que la amaba bien. En vez de eso, yo seré la razón por la que ella pierda la única familia que le queda. Y nada me detendrá mientras me ahogo en los recuerdos del pasado y me quedo atrapado en el hueco de mi mente, saliéndome de control.
Cegado por mis debilidades, el destino levanta su fea cabeza y prueba que nada está garantizado en este mundo, ni siquiera la vida de los que amamos.
Mil gracias a PB!
Cegado por mis debilidades, el destino levanta su fea cabeza y prueba que nada está garantizado en este mundo, ni siquiera la vida de los que amamos.
Mil gracias a PB!
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