No soy lo que llamarías un hombre que llevas a casa de tu madre. Soy demasiado bruto, demasiado malo, demasiado... barbudo. Especialmente comparado con la mujer que recientemente volvió a casa para abrir un restaurante. En la que no puedo dejar de pensar. Comería cualquier cosa de su menú, pasaría cada momento despierto en su cocina, incluso si estoy completamente equivocado con ella. Pero cuando un club de moteros llega para sacarla del camino por orden de alguien en quien confía, yo soy el único que puede intervenir para mantenerla a salvo. El único dispuesto a luchar hasta la muerte para mantener su corazón latiendo, especialmente si late por el mío.
No importa el peligro en el que estamos: voy a proteger a Katie de todas las maneras que pueda, incluso si ella termina odiándome por eso.
Mil gracias a AL & MD!
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